La nueva autoridad local de Elche, la tercera ciudad de la región de Valencia, ahora está compuesta por el partido conservador y el partido de extrema derecha Vox, y ya ha tomado una controvertida decisión de permitir que los vehículos ocupen más espacio en las carreteras de la ciudad.


Dos meses después de la protesta en bicicleta, el carril bici de un kilómetro de longitud ha sido eliminado y la confianza que algunos ciclistas tenían al circular por la carretera principal se ha desvanecido.


"He tenido más de un accidente en bicicleta y les aseguro que, en el momento en que eliminen los carriles bici, no los utilizaré, porque me asusta", dijo Manuela Campello, una ciclista mayor.


Las autoridades insisten en que no están en contra de los carriles bici, pero que algunos están mal ubicados, lo que los hace peligrosos al entrar en conflicto con otros vehículos en las carreteras.


Y otros residentes están de acuerdo. En el mercado central, algunos de los comerciantes afirman que los carriles bici han eliminado espacios de estacionamiento para automóviles.


"Si los carriles bici quitan estacionamientos y carriles de tráfico, es un problema", dijo Carmen Alarcón, presidenta de la Asociación de Comerciantes del Mercado Central.


Pero mantener las calles seguras para la bicicleta y dar espacio a los vehículos puede no ser el único punto de conflicto.


Los carriles bici fueron financiados como parte de un proyecto más amplio de la UE para desarrollar zonas de bajas emisiones en la ciudad.


Y según un exconcejal de movilidad, las autoridades podrían necesitar devolver el dinero ahora.


"Debemos tener en cuenta que Elche ha recibido alrededor de 15 millones de fondos europeos que están en peligro si la zona de bajas emisiones no se desarrolla, porque estos fondos están condicionados a que toda la zona garantice la calidad del aire en la ciudad", dijo Esther Díez, la exconcejal de movilidad.


Las autoridades locales no han comentado sobre el tema de la financiación, pero han anunciado un plan para construir un estacionamiento subterráneo con 1,500 plazas en el centro de la ciudad.


Mientras tanto, otros gobiernos locales dirigidos por la derecha y la extrema derecha en el sur de España han tomado decisiones similares a favor de los automóviles.