Un tribunal español ha impuesto una orden de alejamiento al expresidente de la federación de fútbol del país, prohibiéndole comunicarse o acercarse a menos de 200 metros de la jugadora a la que besó de manera controvertida después de la victoria de España en la Copa del Mundo el mes pasado.


Luis Rubiales, cuya decisión de besar a Jenni Hermoso desencadenó un debate nacional e internacional sobre el sexismo y finalmente lo llevó a renunciar hace cinco días, recibió la orden el viernes de un juez en la Audiencia Nacional, el tribunal penal más alto de España.


Rubiales insiste en que el beso que plantó en los labios de Hermoso fue consensuado. Pero Hermoso ha negado haber dado su permiso y ha dicho que el incidente la dejó sintiéndose "vulnerable y víctima de agresión". La centrocampista ha presentado una denuncia penal contra Rubiales y los fiscales estatales lo acusan de agresión sexual y coerción por presuntamente presionarla para que hablara en su defensa después de que sus acciones provocaran una controversia global.


Rubiales, de 46 años, no hizo comentarios a la gran cantidad de medios de comunicación mientras llegaba al tribunal el viernes por la mañana. Había sido citado a declarar por el juez Francisco de Jorge, quien está investigando las acusaciones y determinará si se debe llevar a cabo un juicio.


Después de escuchar el testimonio de Rubiales, en el que negó haber agredido o coaccionado a Hermoso, De Jorge aceptó la solicitud del fiscal para la orden de alejamiento.


Originalmente, los fiscales habían buscado una orden de alejamiento que estipulaba que Rubiales debía mantener una distancia de 500 metros de Hermoso. Pero el juez redujo la distancia a 200 metros y negó la solicitud de que Rubiales debía presentarse en un tribunal cada dos semanas para asegurarse de que no huyera del país.


El juez ordenó previamente a grupos de medios, incluido el radiodifusor estatal RTVE, que proporcionaran imágenes del incidente y su secuela desde todos los ángulos.


Bajo la nueva legislación de delitos sexuales introducida el año pasado, el ex presidente de la federación podría enfrentar una multa o una pena de prisión de hasta cuatro años si es declarado culpable de agresión sexual.


La abogada de Hermoso, una experta en violencia de género, dijo que también había pedido al juez que considerara medidas cautelares en interés de su cliente.


"Como puedes imaginar, Jenni está profundamente afectada por estos eventos, por la humillante acción que sufrió en el estadio, que ha empañado un hito deportivo", dijo Carla Vall. "Dado eso, pedimos que se tomen las medidas necesarias para ayudarla a superar este proceso emocionalmente".


Después de la audiencia, Vall dijo que el equipo legal de Hermoso estaba satisfecho con cómo había ido. "Podemos seguir afirmando que el beso no fue consentido, que es lo que hemos dicho desde el principio", dijo. "Gracias a las [imágenes del beso], el mundo entero, todo el país, ha podido observar que no hubo ningún tipo de consentimiento. Y lo vamos a demostrar en el tribunal".


Rubiales inicialmente intentó minimizar el escándalo provocado por el beso después de la victoria del equipo por 1-0 sobre Inglaterra en Sídney. Pero la presión aumentó, lo que llevó a su suspensión provisional por parte de la FIFA, e impulsó a su madre a iniciar una huelga de hambre en protesta por lo que calificó como una persecución "inhumana y sanguinaria" de su hijo.


El domingo por la noche, Rubiales emitió un comunicado desafiante anunciando que había decidido dimitir como presidente de la Real Federación Española de Fútbol y como vicepresidente de la UEFA.


"Después de la rápida suspensión por parte de la FIFA y el resto de los procedimientos en mi contra, está claro que no puedo regresar a mi cargo", dijo.


Rubiales dijo que "los poderes establecidos obstaculizarían mi regreso", agregando: "No quiero que el fútbol español se dañe debido a una campaña tan desproporcionada como esta".


También dijo que lucharía por limpiar su nombre. "Creo en la verdad y haré todo lo que esté a mi alcance para asegurarme de que prevalezca".


El comunicado fue precedido por un fragmento de una entrevista en televisión con Piers Morgan, en la que Rubiales anunció que iba a dimitir.


Le dijo a Morgan: "No puedo continuar mi trabajo. Mi padre, mis hijas, hablé con ellos. Saben que no es una cuestión sobre mí".


La noticia de la renuncia de Rubiales fue recibida como una victoria tardía para el feminismo.


La ministra de Igualdad en funciones de España, Irene Montero, saludó el anuncio con las dos palabras "Se acabó", en referencia al hashtag #SeAcabó que se había compartido después del beso y se había utilizado como grito de guerra durante el movimiento #MeToo de España.


"La transformación y mejora de nuestras vidas es inevitable", escribió en las redes sociales la ministra de Trabajo en funciones y segunda vicepresidenta adjunta, Yolanda Díaz. "Estamos contigo Jenni y con todas las mujeres".


Las jugadoras del equipo ganador de la Copa del Mundo de España, que buscan cambios significativos en la federación y su liderazgo, mantienen su negativa a jugar para el